NUESTROS VALORES

SOSTENIBILIDAD

Aunque basamos la selección de nuestros productos en unos mínimos de sostenibilidad, es en nuestra división de Alaska donde las artes de pesca que se utilizan han de seguir criterios más exigentes, según está recogido en la legislación de este estado. El control para que así se cumpla y las regulaciones que fijan las autoridades es lo que posibilita el desarrollo de la especie y su supervivencia.

Anualmente se establecen unas cuotas pesqueras en las que se fija el máximo de capturas en función de las variaciones que se produzcan en la población de esta y otras especies de pescado.

Todo esto redunda en una mejor conservación de este hábitat, ya que se reduce la cantidad de residuos que terminan en el mar y porque, evidentemente, la pesca que se realiza es mucho menos agresiva.

CALIDAD Y CERTIFICADOS

La calidad no se reduce solo a la materia prima de los productos con los que trabajamos. En Sofresal hemos ido implantando con el paso del tiempo una serie de políticas que garantizan además buenas prácticas durante todo el proceso de transformación del bacalao.

De hecho, entre otros planes tenemos un sistema de prevención de riesgos higiénico-sanitarios, como el Análisis de Riesgos, Identificación y Control de Puntos Críticos (ARICPC) que nos permite exigir los más altos estándares de calidad también a nuestros proveedores con los que compartimos la misma filosofía de mejora continuada.

ULTRACONGELADO

La distancia con Alaska obligada a adoptar medidas para conservar y mantener en las mejores condiciones el bacalao que se importa. En nuestro caso, el producto llega ultracongelado tras un proceso que implica un enfriamiento muy rápido, en menos de cuatro horas, por debajo de la de congelación hasta alcanzar temperaturas de -40º.

Si se hace de esta manera, a diferencia de optar por la congelación tradicional, se consigue formar una mayor cantidad de cristales de hielo de pequeño tamaño en torno al producto. Esto implica garantizar la textura y el aroma natural de los alimentos, sin que haya una pérdida durante el proceso de descongelación y redunda en beneficio de su calidad.

Precisamente, las técnicas empeladas para la ultracongelación en la actualidad tienen ese doble ese objetivo, es decir, por un lado pretenden evitar el desarrollo de microorganismos o la pérdida de las características nutritivas de los alimentos, y por otra parte aspiran a conservar la calidad sensorial y organoléptica de los mismos.